Félix Espoz / Imagen: Pablo Eguizábal. Madrid
José Luis Poveda, presidente de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria (SEFH), ha sido uno de los encargados de abrir la reunión internacional ‘Colloquium 2012 Hospital Pharmacy’, en la que ha abordado importantes retos a los que se enfrenta el farmacéutico en la coyuntura actual, en la que el Gobierno quiere hacer hincapié en la selección de medicamentos en base a criterios de coste-efectividad. “Sería injusto que ahora que se habla de evaluación y de selección de medicamentos no se contara con el farmacéutico de hospital”, ha señalado.
Josep Rivas, jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Clínic de Barcelona; Luis Miño, subgerente del Hospital Gregorio Marañón de Madrid; José Luis Poveda, y María Sanjurjo, Jefe del Servicio de Farmacia del Hospital Gregorio Marañón de Madrid.
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Para el presidente de la Sociedad, el contexto actual es “el peor de todos, por la crisis económica”, pero que en medio de estas dificultades “los servicios de farmacia debemos ejercer un papel de liderazgo social y científico en la reivindicación de la utilización del medicamento más adecuado y eficiente para los pacientes, basado en el conocimiento y en lo que hemos venido haciendo desde hace mucho tiempo, la evaluación y selección de medicamentos”. Este liderazgo, según Poveda, debe ser ejercido en los hospitales, en los órganos de decisión que se están generando en las autonomías y también, “y hay una promesa del Ministerio de Sanidad para que colaboremos, a nivel central”.
“En este proceso de evaluación que empieza a haber, donde se habla mucho y hay mucho ‘toreo de salón’, no hay que olvidar que si alguien ha establecido modelos de evaluación, modelos de selección y de financiación han sido los farmacéuticos de hospital y los servicios de Farmacia”, argumenta.
Para el presidente de la SEFH es “tremendamente importante” seguir manteniendo la tensión en el proceso farmacoterapéutico y las políticas de seguridad. Además, “se nos va a exigir a los farmacéuticos de hospital, y ahí vamos a tener que dar un paso al frente, la evaluación de resultados”. “Podemos hacerlo, vertebramos la farmacoterapia y tenemos mecanismo de información (y si no los tenemos tendremos que desarrollarlos)”, ha puntualizado.
Poveda también ha señalado que será muy importante la acreditación de los servicios de Farmacia. “La SEFH no tiene la competencia de estas acreditaciones, ni siquiera aprueba los programas formativos. Sin embargo, creo que la Sociedad tiene que tener un papel más activo, y lo estamos teniendo. Tenemos un proyecto para acreditar los Servicios de Farmacia para rotaciones externas tanto en el ámbito nacional como internacional. En un futuro la SEFH debe no sólo garantizar que los servicios estén acreditados, sino también para estimar desde el punto de vista de la calidad si se están cumpliendo con los requisitos para una formación adecuada. Además, creo que no sólo la acreditación es importante, sino el replanteamiento del programa formativo”.
William Churchill y Rita Shane.
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Quintas jornadas
En esta quinta edición de las jornadas (son de carácter bianual), organizadas por los Hospitales Gregorio Marañón de Madrid y Clínic de Barcelona y por la propia SEFH, con la colaboración de Teva y Grifols, se han reunido a destacados especialistas estadounidenses y españoles para compartir sus experiencias.
William Churchill, director del Servicio de Farmacia del Hospital Brigham and Women´s de Boston, ha analizado en su ponencia los sistemas de distribución de medicamentos que han aplicado en su centro, centrándose en los parámetros de seguridad, eficacia y eficiencia. El servicio que dirige Churchill aprueba 4,2 millones de órdenes médicas y dispensa 7,5 millones de dosis y 1,5 millones de dosis estériles al año.
Ha analizado las ventajas e inconvenientes del Computerized physician order entry (CPOE). Este sistema de prescripción electrónica elimina los errores por no entender la letra del prescriptor, advierte de interacciones, acelera el proceso de dispensación, y conecta los sistemas de farmacia, enfermería y laboratorio, entre otras ventajas.
El hospital también ha implantado un sistema de verificación por código de barras, que les ha permitido evitar unos 8.000 errores de medicación al año. Seis meses después de su implantación habían conseguido reducir un 58 por ciento los errores por una medicación incorrecta, un 53 por ciento los causados por una dosis equivocada y eliminar los provenientes de una forma equivocada de dosificación.
Entre otras herramientas que utilizan Churchill ha analizado un sistema de organización de cuándo deben recibir los fármacos los pacientes (conectado con enfermería), un sistema electrónico de conciliación o un sistema robótico de preparación de intravenosos.
Dentro de sus conclusiones, este experto aseguraba que pese a la tecnología sigue avanzando, esta no podrá sustituir al farmacéutico, que es el encargado de asegurar el éxito de la aplicación de esta tecnología para hacer más eficientes los procesos.
Farmacéuticos en la labor asistencial
Por su parte, Rita Shane, directora del Servicio de Farmacia del Hospital Cedars-Sinai de Los Ángeles, ha señalado que en su hospital los farmacéuticos forman parte de los equipos multidisciplinares que tratan a los pacientes y que estos reconocen su importancia en las decisiones sobre su tratamiento.
“Hay que demostrar que el farmacéutico debe ser parte del equipo clínico”, en los distintos servicios y patologías, y “demostrar que sin su presencia se trata peor al paciente”, señala.
Por este motivo cree que los farmacéuticos de hospital han de ser valientes y asumir riesgos, demostrar con datos el valor de su actividad para presionar a los financiadores que garantizan sus presupuestos, buscar ser reconocidos como una parte esencial del equipo para conseguir que los pacientes pidan que el farmacéutico maneje directamente su medicación.
Parte de su intervención la ha dedicado a explicar la Pharmacy Practice Model Initiative (PPMI) con la que se ha definido cómo y dónde los farmacéuticos realizan su actividad, que incluye los sistemas de logística, la disposición y el diseño de los departamentos, en qué utilizan los farmacéuticos su tiempo y sus prioridades.
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